Los títulos que transmitía la radio la mañana del lunes 11 de Agosto de 1975 eran tan típicos como atípicos en la República Argentina. Por un lado, la en ese entonces presidente Isabel Perón recibía a los sindicalistas Lorenzo Miguel y Casildo Herreras, y varias versiones anunciaban cambios en el gabinete. Además, los enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla no cesaban, y los conflictos gremiales se multiplicaban por todo el país. Los momentos por lo que este último atravesaba hacían que la gente no se sorprenda ante semejantes cambios y revuelos, tornándose típicos y cotidianos. La noticia que si sorprendía era que Futbolistas Argentinos Agremiados se habían declarado en huelga. Desde lo político, días típicos afrontaba el país; mientras que desde lo futbolístico jornadas atípicas se veían venir.
El contexto histórico-futbolístico nos ubica en el Torneo Metropolitano de 1975. A dos fechas de finalizar el torneo, que tenía a River Plate como puntero, los jugadores profesionales declaraban la huelga. Esta, más allá de haberse decidida en las últimas fechas, no se gestó de un día para otro ya que la Asociación de Fútbol argentino y los propios futbolistas venían discutiendo un convenio colectivo desde principios de año. Los futbolistas pedían un 90% de aumento mientras que la Afa ofrecía un 80% en forma escalonada. El presidente de dicha entidad, David Bracutto, que un año después sería expulsado por el golpe militar, declaraba: si la huelga sigue, el campeonato termina y River sale campeón. Claro que para los hinchas de River era negocio. De continuar la huelga, River cotaría una racha de 18 años sin campeonar (la más larga de su historia), pero sería recordado como el equipo que salió campeón sin jugar, o como el el campeón de la huelga, o el campeón por decreto de la Afa. Ante estas predicciones, la gente de River se sumó a la de otros clubes que presionaron para que el campeonato continúe ya que equipos como Boca, Unión y Huracán (sub-campeón), quienes peleaban el torneo, no perdían nada con jugar dos fechas más.
El director técnico de River era Ángel Labruna y ante la noticia tuvo que ingeniárselas para armar el equipo a tan sólo 4 días de la penúltima fecha. En la semana pidió de ver a los pibes de las inferiores, como así también una lista de los mejores de la tercera y la cuarta. Y así llegó el día tan esperado y la noche más larga de todas. El jueves 14 de Agosto River visitó a la Asociación Atlética Argentinos Juniors que hacía de local en el estadio de Vélez Sarsfield, José Amalfitani. En la platea estaban los adheridos a la huelga: el Beto Alonso, Pinino Más y el Pato Fillol entre otros, quienes habían sido protagonistas hasta el aquel entonces River puntero; mientras que en el campo el nombre de 11 futbolistas eran prácticamente nuevos para la hinchada, periodistas, etc. River formó con: Alberto Vivalda; Rodolfo Raffaeli, Orlando Ponce, Fernando Zappia y Luis Jometón; Carlos Cabrera, Bargas y Rubén Bruno; Luis Giménez, Pedro Gómez y Fernando Groppa. El equipo de Nuñez tuvo que esperar veinticuatro minutos para ponerse en ventaja con un gol de Rubén Norbero Bruno, un chico que su edad era igual a los años que llevaba River sin salir campeón. Finalmente el partido culminaría en 1 a 0 con aquel gol de Bruno(*) y River se coronaba campeón del fútbol argentino. Aquel Torneo Metropolitano también fue atípico ya que se anularían los descensos por lo que los últimos, el propio Argentinos Juniors y Temperley, se matendrían en la categoría.
Lo cierto es que los pibes jugaron el partido decisivo para que River cortara la mala racha tras 18 años de sequía, y así ratificaron que fueron fruto del buen trabajo hecho en la cantera, algo que siempre caracterizó al club de Nuñez.
(*) Rubén Norberto Bruno: Su gol le dio a River el torneo número 13 en la historia del profesionalismo aunque él sería de aquellos héroes que sólo duran 1 día porque con el tiempo ya nadie lo recordaría. Estuvo sólo dos años en River donde jugó 11 partidos y convirtió 2 goles. Luego pasó por Los Andes, Huachipato (Chile), Unión de Zapala e Independiente de Neuquén para retirarse con apenas 24 años de edad.